Memoria

Es posible volver al pasado. Sólo por medio de la memoria, los recuerdos, emprendemos el viaje hacia atrás, hacia nuestra vida, nuestras añoranzas. Las fotos son de gran utilidad, pero no tanto como llegar a ese lugar en donde jugabas a la rayuela, a las bolitas o a las escondidas. Como un ave, volar a la historia personal es tan extraño como triste, porque sólo yacen los recuerdos de lo que pasó.
¿Por qué siempre esa obsesión de mirar hacia atrás? ¿Será que es la forma de mirar hacia delante?

Parece algo paradójico decir que para mirar hacia delante hay que darse vuelta, observar lo que pasó, analizarlos, comprenderlo y tomarlo como experiencia para que, una vez que volvamos la mirada nuevamente al frente, no nos equivoquemos. Por lo que me animo a decir que las respuestas no están en el presente o futuro, sino que siempre estuvieron y yacerán en el pasado, en la historia, porque, como la vida misma, todo es un ciclo, todo lo que pasó volverá a pasar. Escuchemos a nuestros historiadores que siempre nos advierten ante problemáticas futuras, siempre nos están marcando que esto ya había sucedido miles de veces, no seamos hipócritas y aprendamos de la historia, de la experiencia. Aprendamos de todas aquellas tribus que hemos aniquilado, éstas tenían como voz de mando al más experimentado, el gran hombre, el cacique.